NO NOS ESCUCHAN

Por Nicol Rojas 1°F 2022 (Parte 1)

Milagros tiene 13 años. Ella sufrió abuso a los 11 años por parte de su padrastro Gabriel. Cuando lo contó no la escucharon. Hoy me contó su historia.

A los 11 años, Milagros era una niña feliz, le gustaba estudiar salir a jugar con sus amigas, se llevaba bien con todos, quería mucho a su padrastro y a toda su familia. Pero un día comenzó a notar que su padrastro la miraba de otra manera. Ella no le dijo nada a su mamá porque no le dio importancia. Un día a su mamá le tocó trabajar de niñera de las 21 a las 23 horas y ella se iba a quedar con su abuela. Pero resulta que la abu, estaba en cuarentena en su casa porque le dio positivo de covid 19. Su padrastro ya había salido del trabajo y nadie la podía cuidar excepto él ya que su mamá no tenía dinero para pagar una cuidadora, además ellos estaban en una crisis económica, no tenían dinero, apenas había para comer. Así que Mili se tuvo que quedar con su padrastro porque además, el en lugar de trabajo de su mamá era súper lejos, era como a 1 hora de la casa. Mili se sentía un poco insegura. Su mamá se fue a las 20:29.

Enseguida nomás el padrastro le dijo a Mili:

-cada día estás más rica y linda, sos hermosas gordita te voy a chupar toda.

Mili le respondió: – ¿¡que decís!? ¡estás loco! ¡le voy a decir a mi mamá cuando llegue!

Gaby le dice amenazadoramente: -no, no le vas a decir nada a tu mamá pendeja!

Después que le dijo eso la agarró del brazo muy fuerte a pesar de que Mili le dijera que no, que para – ¡¡para por favor!!- y Gaby sin escucharla la agarró y la llevó al cuarto de Mili, la tiró en la cama y le sacó la ropita y él se bajó el pantalón y abuso de ella.

Cuando salió de la pieza, Mili quedó llorando porque le dolía mucho en sus partes íntimas y sus nalgas y se metió a bañar porque faltaba media hora para que su mamá llegue. Mili se metió a la ducha y cuando salió y fue a buscar ropa en toalla a su cuarto, Gabriel le levantó la toalla. Mili salió corriendo y cerró la puerta con llave.

Cuando llegó su mamá, Gabriel actuaba normal como si nada hubiera pasado. Su mamá le preguntó por Mili a lo que Gaby le respondió -en su cuarto amor, tengo que salir con mis amigos. Vuelvo en más rato- dice nervioso. Apurada y sorprendida la mamá de Mili fue al cuarto de su hija y ve que estaba durmiendo así que la dejó.

Al otro día, Mili esperó que su padrastro se fuera al trabajo y le contó todo lo que pasó a su mamá, le dijo llorando -mami cuando vos te fuiste el Gaby abusó de mí, ¡perdón mami!… ¡yo no quería!

Pero la mamá no reaccionó como Mili suponía, la mamá le dijo -deja de mentir, vos decís eso para que Gaby se vaya de la casa. Dejá de hablar pavadas. Nunca más hables de eso o te quitó todo lo que te gusta. –

Después de esa charla, nunca más se habló del tema, así es que Gaby siguió tocando a Mili y su mamá no le creyó ni le prestó atención a la situación protegiéndolo a él.

Mili por mucho tiempo no le pudo decir a nadie porque sentía que nadie le iba a creer. Pero hoy tomó valentía y me lo contó a mí.

Mili pide que nos crean y confíen en nosotras. No hay que Callarse más.

Hoy en día Mili no se siente segura al salir a la calle y tampoco puede vivir feliz y concentrarse en clases, sus problemas la atacan constantemente. Ella no puede volver a ser la niña feliz que era antes, amigable, estudiosa, agradable y sociable con los demás.

No más silencio, no se queden calladas, somos niñas. No tenemos la culpa. Pidamos Justicia para cada situación de abuso infantil.