Por: Daira de 1°A – 2021
Frente a mi casa siempre pasean una pareja de ancianos.
Caminan juntos durante las primeras horas de la mañana, tomados de la mano firmemente, como dos jóvenes enamorados.
Verlos disfrutar así de su amor, me ayuda a creer que de verdad existe este sentimiento tan especial.
Un día dejé de verlos. No puedo evitar preocuparme. Por suerte volvieron al poco tiempo. El señor utilizaba un bastón y caminaba con dificultad. A pesar de eso su esposa no soltaba su mano. Ahora la dejaba reposar sobre la mano del anciano. No la soltaba porque esa era la mano donde llevaba su anillo de bodas.
