Por SHARON VAN SCHAIK y ALUEN MORALES – 1° A 2021
Una noche Laura y sus amigas, salieron a bailar a una fiesta. Laura había tomado muchas copas y se emborrachó. En un momento se separó de sus amigas y se fue con un chico con el que pasaron muchas cosas.
Cuando se despertó estaba en un hotel donde no había nadie solo encontró un papel diciendo:
«Me tuve que ir por asuntos personales, pero me divertí mucho, este es mí número de teléfono llámame cuando quieras.»
Laura sólo rió mientras se preparaba para irse.
Pasadas algunas semanas se dio cuenta de que su cuerpo había cambiado, sus pechos crecieron y su apetito no era el mismo, pero no le dio importancia. Aunque tenía alguna sospecha, no quería caer en la cuenta de lo que podía estar pasando.
Estaba en casa de su mamá cuando sintió náuseas por el olor del guiso que preparaban para comer. A su madre sólo le dijo que no se sentía bien y se fue a su casa. En el camino compró dos pruebas de embarazo. Las dos salieron positivas, estaba confundida porque no tenía pareja, cuando de repente se acordó de ese chico de la fiesta.
Por suerte encontró el papel con el teléfono que el chico le dejó. Lo llamó y le contó lo sucedido. En la llamada quedaron para hablar en otro lugar que no sea por teléfono ya que era muy importante para hablarlo personalmente.
*Ya en ese lugar*
– Primero me presento, mi nombre es Roberto.
– hola, yo soy Laura.
– perdón que sea tan apresurado, pero… ¿estás segura de que es mío?
– estoy segura, no tengo pareja y la última persona con la que estuve fuiste vos.
Roberto suspiró poniendo un poco nerviosa a Laura. Al rato le responde:
– Acepto la responsabilidad. Pero cuando nazca vamos a hacer una prueba de paternidad. Perdón, no quiero decir que estás mintiendo, pero no puedo confiar en una persona que solo vi dos veces. contando ésta.
– no te preocupes lo entiendo y muchas gracias por aceptar hablar conmigo, muchos solo me hubieran ignorado.
Los nueve meses pasaron rápido. Al principio sólo iban a citas, salían, hacían cosas divertidas pero también iban juntos a los chequeos y controles de Laura. Pero con el tiempo empezaron a vivir en la casa de Laura.
Una mañana Laura se levanta de la cama muy dolida, con contracciones, y cuando se dio cuenta, había roto fuente.
-!! ROBERTOOO!!
Roberto se levantó de golpe con el grito. Fue corriendo en donde estaba ella cuando vio la escena, la llevo al auto para dirigirse al hospital.
Cuando llegaron los atendieron enseguida. Pasaros unas horas hasta que nació la bebé. Laura, después del parto cayó dormida por lo que Roberto se quedó a cuidarla y a hacerse cargo de la bebé.
– hola bebé, que linda que sos. Sos muy parecida a tu mamá. ¿Sabes que nombre te quedaría lindo? Bianca, te vas a llamar Bianca hermosa.
Mientras Roberto le hablaba a la bebé, Laura se levantó y escuchaba las cosas lindas que le decía a Bianca.
Tocó la puerta el doctor y les dijo que a las 10 de la mañana del día siguiente tenían turno para hacer la prueba del ADN para saber si Roberto era realmente su papá.
Pasado el día, ya se hace la hora para hacer el ADN de Bianca y Roberto, por lo tanto pasaron al consultorio y se sacaron sangre.
– listo chicos, los resultados les van a tardar entre 12 horas o 24 horas.
Los nervios de Roberto eran bastante grandes y cada hora parecía que se le pasaba más lento, hasta que les llegó el resultado.
– tomá Laura abrilos y decime que dicen porque me tiemblan mucho las manos de los nervios.
Laura más nerviosa que él con una gran sonrisa mira a Roberto lee el resultado y le dice:
-ROBERTO !!!! FELICIDADES, ES TU HIJAA
PASARON 4 SEMANAS Y ROBERTO ORGANIZÓ UNA FIESTA EN FAMILIA PARA FESTEJAR EL PRIMER MES DE BIANCA
Todos festejaron con mucha alegría y amor por la llegada de Bianca, la nueva integrante de la familia.
Con el tiempo Roberto y Laura se casaron y siguieron su vida normalmente, juntos y felices.