Autor: Esutudiante de1° F 2022
Hola soy Elizabeth y tengo 13 años. Desde chicos nos criamos con nuestros padres bueno yo me crié con mis hermanos, mi hermana mayor, mi hermana melliza, mi mamá y… el Ale, ¡un monstruo! Para otras personas será papá… pero para mí no. Ahora les voy a contar por qué es un monstruo para mí.
Cuando era chiquita, como cinco o seis años, trataba de ser perfecta para mi papá, ayudaba a limpiar a cocinar etcétera, pero a mí no me gustaba, porque trataban mal a mi hermana, me ponía mal porque es la única persona que me entiende. Yo siempre fui así, por querer el reconocimiento de mi papá, pero en lugar de eso me gritaba pegaba insultaba porque no limpiaba, no hacía su cama, no le buscaba la ropa y otras cosas, fue muy feo para mí. Cuando mi mamá trabajaba yo era su sirviente, me dolía mucho ver a mi mamá cansada y el echado en el sillón mirando tele y rascándose las pelotas. Cuando no había nadie, hacíamos la tarea, si nos equivocamos en algo o no entendíamos, nos pegaba. Yo. por defender a mi hermana me pegaban peor. No éramos lo que se podía llamar una familia. Y de chiquita ya lo sabía.
Cuando estaba enojado también se la agarraba con los animales y descargaba en ellos su bronca. Luna nuestra gata -al recordar lo que le hizo, se me llenan de lágrimas los ojos- solo diré que casi la mata. Malen, es nuestra perra, a ella no la dejaba ni moverse ni respirar, la pateaba en el estómago.
Cuando tenía 8 o 9 años mi hermano empezó con las drogas. Para mí ya es normal para otros no yo lo amo con toda mi vida, pero lo malo es eso. En la escuela primaria no sabía de su problema hasta que una de mis compañeras empezó a decir cosas feas de mi hermano. En casa siempre había peleas con Nacho. Una vez le grité por su bien, de por qué hacía eso, que permitía que digan cosas feas de él. Ese día, con el corazón roto, me fui a mi pieza. Hasta el día de hoy que se droga, pero no tan frecuentemente.
Siguiendo con mi padre el día jueves 17 de junio del 2021 dijo que iba a trabajar. Mientras estábamos en clases particular, mi mamá fue a buscarnos. Quedaba cerca de la casa de mi hermana. Luján nos llamó y habló con mi mamá.
-Hola ma ¿todo bien?
-sí hija, saliendo de clase particular con tus hermanas.
-ah bueno, te llamaba para ver si las nenas se podían quedar a dormir en mi casa-
-sí hija, no tengo problemas.
Llegamos a la casa de mi hermana, comimos. Al rato llamó mi mamá:
– ¿Hola hija, te llamó el Ale?
-Sí, me llamo me dijo que tu mamá, o sea vos, me amenazó con un fierro, que me engaña con otros hombres y por eso he decidido irme de la casa.
Fue la gota que rebalsó el vaso. Mi mamá se largó a llorar desesperada.
Lo que ella no sabía era que él ya lo había planeado hace meses, ya nos lo había dicho a mí y a mis hermanos. Nosotros pensamos que era chiste, pero no… lo decía en serio. Yo lloraba por bronca y por ver mal a mi mamá, esos fueron los peores meses de toda mi vida. Es tanto el odio y la bronca que me da. Todavía tengo miedo de caminar en la calle de cruzármelo y que me levante la mano o que yo reaccioné mal.